domingo, 11 de mayo de 2008

¡Adiós… adiós… adiós!


¿Debo hablar o callar?
Y en ese momento el viento golpeaba nuestras cabezas
Si, el frío me calcinaba los huesos
Pero el solo hecho de tenerte a mi lado me hacía inmortal
Y mi rostro simplemente encontraba un punto de equilibrio
Era el ideal de alcanzar la nada,
O quizás perderlo todo, obtenerlo todo,
¿Y que iba a conseguir?
Un par de palabras que harían que mirara hacia el piso,
Y luego agachar mi cabeza como un simple perdedor
Adiós viento… adiós frío… adiós tú.

Alguna vez tendría que perder, no todo es duradero,
Y quizás me duele, demasiado y tan excesivamente,
Es perder ese foco inalcanzable, esa inminencia eterna
Turbinas arrasaban con todo aquello que encontraba a su paso,
Mientras un leve abrazo nos mantenía por unos segundos unidos,
Por solo un par de segundos porque nada es eterno,
Ni siquiera tus labios los podría obtener en ese entonces,
No sabía que pensar… que callar… que hacer
Era tiempo de dar paso firme a algo que no lo esperaba,
Una combustión espontánea para dejar todo atrás,
Adiós abrazo… adiós besos… adiós tú.

“Las palabras se las lleva el viento”
¡Ja! Suena lindo, me lo habías dicho hace un momento,
Y nada de mentira tiene aquella puta frase,
Medite un momento, no sabía si reír o llorar,
Y como conclusión solo llegue a la nada, como siempre
Pero era cierto, las palabras matan y asesinan,
Y te hacen beber uno de los tragos más amargos de la agonía,
Aquel trago que con besarte te quema la lengua,
Y quizás lo encuentres gracioso mi bella durmiente,
Pero de ese trago me diste de beber,
Gracias, me hiciste delirar y caer en el hueco sin callejón,
Adiós palabras… adiós delirio… adiós tú.

Me preguntan por mi estado, si acaso me encuentro bien,
Todo indica que el misterio perdió su esencia,
Es un hecho, lo más preciado se perdió, se esfumó y se fue,
Y mientras alzo mi rostro decaído río como si nada pasa,
Risa angustiosa, holocausto que me asesina,
Disparos al viento que ya no tienen un objetivo común,
Y luego liquidan con un solo objetivo,
En fin… es hora de terminar,
Inyéctame la dosis para terminar de raíz con esto,
Y así acabemos con el famoso misterio de develar la nada,
Así duermo junto a un sueño inalcanzable,
Donde espero que tú no aparezcas.
Adiós misterio… adiós esencia… adiós tú.

Ahora no te diré nada,
Creo que todo esta dicho, y tú lo sabes,
Curarme de esta loca apatía no depende de mí,
Tan solo un par de cigarros para envenenar el alma,
Y para divagar sin sentido alguno,
Tan solo para calmar aquellos nervios que me congestionan,
Nadie me lo prohíbe, tu menos,
Luego iré a lanzarme al vació y encontraré una respuesta,
Esperaré por un momento, ya lo sabes,
Pero antes quiero ir a descansar,
Así que hablamos más tarde, ¿te parece?
Adiós.


My Sacrifice Inmortal