lunes, 29 de octubre de 2007

¡Nuevamente a la triste vida!




Ahora solo puedo dejar que el silencio domine mis pasos
Se que hace tiempo atrás el viento dominaba el mundo
Tu estabas a mi lado corazón marchitado
Mientras yo me desvanecía lentamente ante cada paso que exhalabas,
Sabía de lo que se aproximaba en tu mirada oscura,
Naturaleza muerta que cobraba su rigidez en cada respiración
Y los latidos se hacían placenteros ante tus pupilas asesinas
Y ahi estaban las dos joyas unidas por la fuerza mutua del amor
Se veían bajo el reflejo del solo unidos, sin la compasión de ser separados.

La ráfaga desvaneció todo aquel reflejo tintoroso,
Y la sobredosis de nuestro amor debió teñir el cielo gris,
Te marchabas en medio de las penumbras
Cavernas enterradas en el mar con cuernos quemados,
Y la sangre eterna de tu cuerpo jamás pude olvidar,
Sentir luego de días tu cuerpo vibrar en medio de un aparato electrónico,
Te sentía cerca amada mía, pero el cuerpo estaba en el otro rincón,
¿Que paso con aquel tiempo fugaz que fue eterno?
Poemas que día a día te hacían recorrer una lágrima en tu mejilla,
¿Y ahora todo se pierde en medio de una lluvia de lazos fugaces?

No manches con sangre mi espada mujer florero,
Siento que aun me amas, y me lo has dicho, lo he escuchado,
Pero el tiempo perdió mis fuerzas y tu destino me marchitó
Y yo acá perdiendo fuerzas aún recordaba aquellos viejos tiempos,
Aquel tiempo que fue estacando con la piedad de las rocas evaporadas,
Y tu estabas al lado de una nueva ráfaga, olvidándome,
No te das cuenta del daño provocado en el cuerpo aterrador,
Mi corazón comenzaba a hacerse pedazos en medio de la desolación
Mire atrás de mis ciudades amuralladas y divise tu humilde rostro
¡Corazón no mueras! Se valiente ante la tentación.

Ahí estabas tú amada mía, nuevamente cara a cara,
No dije nada, tú simplemente buscaste la oscuridad,
Y volviste a caer en ella lamentablemente, tú misma perdiste,
Te resignaste al cuerpo opaco que tenia mi rostro orgulloso
Porque nuevamente volviste a mi, sin saber que el otro guerrillero te esperaba,
Pero calla, no digas nada, solo siente el silencio en tu cuerpo amor
Se que me amas, y sabes que no hay otro espacio en mi corazón
No pienses en él, siente solo mis labios tocar los tuyos,
Se que estas en tu mejor momento, se que tu corazón vibra y late,
Se que esto se acaba, se que esto se termina.
Se que esto es solo un momento que durará un par de días.

Y al otro cantar del gallo todo volvió a la recaída,
Te fuiste nuevamente por el cuarto sin salida,
Y esta vez una lágrima cubro todas mis mejillas,
Y tu solo me miraste con aquel rostro de pieles salinas,
Luego ambos unimos las manos cerrando aquellas amagas pupilas,
Quizás nos separaremos por siempre, por la sangre vigorosa de alegría
Te perdí, me perdí, ¡nuevamente a la triste vida!

My Sacrifice Inmortal

2 comentarios:

Jorge Rojas Cervela dijo...

wenas po eduardo, puxa weon dale arriba con el animo si total todo en la vida pasa por algo, y calmao no mas...
si necesitas algo aquiestaremos..

El Cacique dijo...

Genial compadre, como te comente, se nota gran inspiracion en cada una de las letras, bastante bien te quedo.
Que bueno que vuelvas a escribir.